Fotógrafo para niños

DIVERSIÓN…

Es todo lo que necesito para ser FOTÓGRAFO DE NIÑOS y así lograr fotos diferentes, originales, espontáneas y divertidas.
No me identifico mucho con las fotos de «niños adultos», donde pareciera que más bien padecen la sesión en lugar de disfrutarla y en ocasiones salen enojados o aburridos.

Tuve la fortuna de tener una infancia divertida, por ser un niño bastante inquieto y gozar de las cosas simples como nadar en el rio, andar en bicicleta o irme de campamento. Padezco asma desde entonces y la primer lección de vida fue que yo debía vivir mi vida normal a pesar de agitarme y tener espasmos por correr demasiado.
Me gusta la idea de que los niños que he fotografiado, ya sean de forma particular o para editorial de moda, tengan una experiencia divertida en el shooting. Durante 6 años di clases de teatro a niños y se perfectamente que no son ningunos «angelitos» (y no tendrían por qué serlo). Solo quieren divertirse, jugar, sonreir e imaginar.

La Creatividad de los niños es infinita y mucho más grande por que no tienen los prejuicios que un adulto se va formando conforme crece.

Cuando he tenido la fortuna de que algunas distinguidas familias me piden fotos de sus hijos solo tengo 2 reglas que no son para los niños, sino para los papás:

1.- No hablar durante la sesión.

2.- Que sean los niños los que elijan su vestuario e inventen sus disfraces con cosas que tienen en casa.

Lo demás lo resuelvo con producción esencial, como lo aprendí en el teatro y apelar a la imaginación y espontaneidad de los niños como ingrediente principal para la sesión.
La razón de estas reglas es sencilla. La primer regla para los papás tiene que ver con la relación Travesuras vs Autoridad. Si bien hay muchos papás que son amigables y comprensivos nunca dejarán de ser una figura de autoridad puesto que son los pilares de la educación y valores humanos. La sesión fotográfica es una experiencia que ellos pueden disfrutar mucho, incluso siendo niños modelos profesionales, habituados a largas jornadas de trabajo. Por tanto la cooperación de los padres es fundamental para permitir que los niños no se sientan inhibidos con su presencia, que sientan la confianza de que lo que harán no será juzgado por los papás.

Esa fotografía que los papás vieron en alguna campaña publicitaria o revista y que quieren a toda costa reproducirla con sus hijos jamás podrá ser.

Intentar hacerlo es innecesario pues rompe con toda oportunidad de espontaneidad, de descubrir un hallazgo en la imagen y obtener fotografías mucho más genuinas que intentar copiar las que fueron la fuente de inspiración. Por ello mi regla no es para los niños, sino para los papás y es categórica, permanecen solo como observadores del shooting 😉
La segunda regla es más una sugerencia que una regla propiamente. Se trata de provocar que los niños sean amos y señores de su propio Styling (más en casos de fotografía para particulares), pues nos permite tener algo genuino y por tanto más auténtico, que nace de su propia imaginación y no impuesto por lo que los adultos queremos que sean; esto permite que ellos vuelen con su imaginación y puedan convertir, tal vez, una sartén en un casco de astronauta (por citar un ejemplo).
La idea de permitirles libertad de movimiento apoya a su desarrollo psicomotriz, como un beneficio secundario que les permite libertad de expresión también. Convertirse de pronto en personajes imaginarios permite la exploración de gestos, posturas, emociones, sensaciones que hacen que se conozca más a sí mismos, al tiempo que se divierten.
Jamás intentar forzarlos a hacer algo que ellos no quieren, rompe con toda la espontaneidad y deja de ser divertido para volverse un asunto de obediencia, y eso es súuuper aburrido… deja de ser cool 😉
Obviamente sí soy claro en establecer normas lógicas, como explicarles que correr fuera del ciclorama podría ocasionar un accidente y entonces todo dejaría de ser divertido, podría caerse una lámpara y lastimar a alguien… ellos entienden perfectamente.
Lo demás es contagiarlos con entusiasmo, con locuras, dejarlos libres, dejarlos ser. Un ejemplo es pedirles que imiten animales e inmediatamente su cuerpo se transforma, desde una tortuga hasta una abeja, todo funciona para estimular su imaginación.
Trabajo primordialmente con niños y niñas de 3 años en adelante 😉
Imagino cuando esos niños crezcan y vuelvan a ver esas fotos, les traerán buenos recuerdos y eso será genial.
¿Qué piensas de este post?
Déjame un mensaje 😉

Mario Morales

Mario Morales Mario Morales

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4 comentarios en «Fotógrafo para niños»

  1. Angélica Quirarte dice:

    Me encantan tus fotos, me río mucho cuando las veo, definitivamente son divertidas. Quiero volver a ser niña para que seas mi fotógrafo. Saludos Mario

    Responder
    1. Mario Morales dice:

      Hola Angélica! Muchas gracias! Que padre que te genere esas emociones! Me da mucho gusto saberlo, si te gustó el post agradezco lo compartas, un abrazo, cuídate mucho! 😀

      Responder
  2. Vanessa dice:

    Mario,
    Tu trabajo es maravilloso. Con tan solo ver tus fotos y la intención que cada niño refleja en su expresión y todo lo que acompaña la foto, puedo percibir la espontaneidad y diversión de la que hablas. Es maravilloso el arte que logras en sinergia con diversión y expresión!
    Felicidades por salir al mundo a compartirnos de tu talento!!!

    Responder
    1. Mario Morales dice:

      Querida Vanessa, muchas gracias por tu comentario. Me agrada saber que el resultado te gusta y que las intenciones de representar diversión llegan a tus ojos. Te mando un abrazo y espero los Post que estoy publicando puedas seguir leyéndolos y compartirlos. Cuídate mucho, saludos!

      Responder

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